Poema 1

Author: Ilá Al-wálad /

Sexta relación para quien supo que fue lo que pudo siempre que quiso

De los sagrados versos que cargaron los astros, luego de inundar las noches de insomnes estrellas, para las sombras de aquellos que supieron oír el silencio en su mayor y erudita insólita ocurrencia, cantando al son de los bares desechos por las miradas atónitos de los niños hombres dejando atrás la simpleza del hombre por la euforia pueril de la senectud quemada, ah, para todos aquellos que supieron que mas allá que acá esta esto, lo que no se dice, el palabreo eructo de los ciclos luminosos del manierismo evidente, para todos aquellos que en su inusitada pusilanimería desafiaron al verbo, obviaron lo obvio para seducir lo real, consiguiendo al fin inundar los castillos llenos de infinito por la eterna quietud que reina bajo las pompas relucientes del árbol al viento. Abejorros todos, mi última canción.

Canto para mí, pues solo soy
Canto para mí silencio el mutismo impávido
Canto lo ignoto que no llega porque nunca partió,
Canto el fin que vendrá y que pasó
Hace ya medio segundo que la ventana me interroga por su cristalidad
Hace ya que no sé nada de lo que sé
Hace una abrupta inercia que los sentidos se preguntaron por la metáfora y respondiéronse a sí mismos
Y con eso les bastó
Para no oír
Para no oír su mutismo impávido
Y a la luz de los versos los dioses concienzaron
Acordaron sí, y solo s, aquello que tras la superficie reina y no se ve, ni se sabe si existe existe.
Segaron me los vientos, y con el estertor del hambre reiné para mis adentros, y callé y reí reí.
Y nunca más soñé con lo que no fue
Nunca más mire por sobre el hombro que oculta al hombre su noble simpleza
Por aquello que no sabré esculpir
La redención de la materia
La equidad vital
El sueño el despego a la herencia
Vacuidad de toda propiedad

Poseídos todos por el dios verde, el que tiñó las esperanzas de presente insostenible
Poseídos todos por el miedo al error al errar
Penetrados todos por el instinto mortal
que inventó la sombra de la sombra del sueño inconsciente
La voz del odio refugiado en narcótico esplendor

Desconfiad de mí: escribo palabras al viento
Desconfiad de mí: soy la justicia enajenada
Desconfiad de mí: soy aquel que no se nombra.